Los silogismos nacen del entretenimiento de una búsqueda del ser humano que aspira ha lo mas lejanos rincones en su alma. como otras "galaxias" o mejor dicho en mundos imaginarios y de inagotable imaginación, tratando de ver entre lo ficticio y lo real dentro de este Blogs, los silogismos son ideas que buscan la verdad en tres direcciones. espero que os guste esto.

martes, 23 de febrero de 2010

Crónica de una noche sanguinolenta (FRAGMENTO)



CArlos Raúl FernándezLas agujas del reloj de la pared apuntan en cada vuelta al cielo y al infierno, a la tierra y a la humanidad del muchacho. Las agujas disparan metrallas de tiempo a todas las dimensiones. Del cielo caerán los ángeles y los dioses que el tiempo mató. En el infierno están agonizando los demonios más blandos, y en la tierra el muchacho cae herido por el tiempo. Ha pasado tanto tiempo sin haber nacido. Niño (pequeño) nació salpicado de sangre, hombre (humano) nacerá vertiendo sangre. La sangre es el acta de los nacimientos auténticos. Considera necesario nacer esta noche, suicidarse con un balazo en la cabeza, desgarrar el himen de una quinceañera, acuchillar a algún cristiano malnacido, sodomizar a una puerca joven, degollar a algún afeminado indigno... Las posibilidades ensanchan su cabeza, el tormento interior se intensifica. Es urgente abandonar la vivienda de paredes sucias, y de piso salpicado por escupitajos enfermos, y agujereado por el tiempo. Esta es la hora a la que el idioma designa como noche, ligada a la oscuridad, destinada para el sueño, y para el placer que aún prodiga la vagina desgarrada de la esposa al ceniciento esposo. La mayoría de la gente se duerme sin conciencia, muchos están al frente de una pantalla, algunos están saciando el instinto y la costumbre animal. Pero el muchacho se prepara para salir a la calle, ha escuchado la voz del viento del mes de los vientos, respira el aroma del viento, al otro lado del río hay vidas y oportunidades, en el cementerio hay muertos recién enterrados, en los confines del pueblo hay más vidas inocentes y más cementerios clandestinos. La mitad del universo de muere cada día víctima del tiempo, pero por cada metro de sustancia que se muere renacen 2 metros de sustancia. El tiempo asesino no puede ser medido por el reloj de la pared, es demasiado pequeño. Diseñemos un reloj gigante del tamaño de la tierra, cuando las agujas indiquen hacia Marte, será de día, y cuando indiquen hacia el infierno, será de noche. El muchacho niega el día, y niega la noche, para él sólo existe el tiempo que ha perdido sumido en su habitación, profunda y abismal masturbación es su ayer, abismales demacraciones hay en sus ojos, donde sea que miraba, le impedían ver el mundo los pútridos párpados de Dios, que se apoderó hace mucho de todas las visiones de los hombres. El diablo ha emergido del infierno, y el muchacho de ojos hundidos ha salido a la calle, armado con un revolver. Va a conocer el mundo, va a hacerse humano.
El mundo es pelo negro, la noche es su cabello. Lóbrega cabellera ante los ojos alucinados del muchacho. Noche aterradora para las doncellas que no pueden dormir victimas del deseo carnal; noche de insomnio para el cristiano atormentado por el pecado; noche de suicidio para el perro que se abalanzará sobre él, en la calle de los perros rabiosos, donde es peligroso caminar de noche. Le pegará un balazo al trastornado perro, pero la sangre será consumida por la tierra reseca del mes de los vientos.
Si matas otro animal te convertirás en animal. Ve a matar a un sacerdote y serás humano el resto de tus días, y el tiempo no te tocará.
Y el viento seguirá diciéndole:
Ve de la mano con el tiempo, destruyendo rostros, desmenbranando vaginas, torciendo extremidades, escuchando lamentaciones, vestido como el Diablo te trajo al mundo; esta noche en que te preparas para nacer, sé verdugo y brutal como el tiempo, derriba a los dioses radicícolas, purga al cielo de parásitos, limpia el infierno de benignidades. Camina a la par del tiempo, enloqueciendo rameras, erosionando pellejos, consumiendo uñas, empoderando brujas, uniendo culturas, arruinando vidas, prosperando, creciendo, triunfando, y volviendo a nacer, todas las noches, vestido siempre con tu indumentaria asesina, negro y negro, como El Diablo te trajo al mundo.
Después de escuchar la voz del viento del mes de los vientos, el muchacho llegará a una esquina, a cien metros de distancia habrá una fiesta, pero él se esconderá tras unos arbustos, donde ninguna luz, incluso ni la luz de la luna perturbará la oscuridad. Sentirá picazón en su barriga negra y esquelética. Y se rascará tanto que de inmediato empezará a arderle la barriga, y gotitas de sangre aparecerán a la par de su ombligo.
La tierra es cabello negro, la noche es ensortijada. Negra cabellera ante los ojos negros del animal. Así como los gérmenes le provocan escozor en su piel oscura, así le provocan escozor a la piel negra de la noche todas esas luces encendidas. Todas las almas insignificantes de la humanidad tecnológica que ha inventado la luz eléctrica. Todas las luces dan picazón a la noche. Tú eres el germen que angustia a la noche clamorosa de ardor y dolor. Y así como tú te rascas las ingles, así la noche se va a rascar con las manos vírgenes del consagrado animal, que busca un sacerdote para hacerse humano. Hay mucha piel que rascar, hay mucha sangre enferma de hongos que va a brotar ( CONTINÚA)

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